"He leído mucho, es cierto. Siempre. Pero por ese entonces yo no era culto. Era un pibe de barrio. Me acuerdo que cambié, por ejemplo, cinco libritos de Sexton Blake por las obras de Poe prologadas por Baudelaire». En este comentario, Alberto Breccia mostró el camino de búsqueda interior que recorrió en su camino profesional como historietista y en una de sus facetas más íntimas y desconocidas, la de lector. En ambos aspectos, (que este Sketchbook explora como unidad temática por primera vez y que está íntegramente dedicado a las adaptaciones literarias y a su particular visión sobre los clásicos), Breccia se fue haciendo a sí mismo, alternando impresas letras de molde con papel y plumín primero; con collages, punzones, hojitas de afeitar y un largísimo etcétera después. Bocetos e ilustraciones sobre sus trabajos adaptando a Lovecraft, Stevenson, Borges, Onetti, Poe y otros."